El cardenal
hondureño concedió una entrevista a Noticias Telemundo en momentos en que el
mundo se despedía del Papa argentino, fallecido el pasado 21 de abril; a
continuación, en cronicahn, reproducimos la misma, por su importancia.
Noticias Telemundo
(NT): ¿Cómo está hoy, día del funeral del Papa Francisco?
Óscar Andrés
Rodríguez Maradiaga (OARM): Muy triste, cuando un amigo se va, el corazón
tiembla. Pero se va para mejorar, entonces eso lo consuela a uno.
NT:
¿Es que usted era su amigo, ¿verdad?
OARM: Y, del
alma, de años.
NT:
¿Qué cualidades tenía Francisco como amigo?
OARM:
Entrañable, no es amigo de aquí (toca su cabeza), sino amigo de aquí (toca el
lado del corazón), así que verdaderamente unos detalles tan bellos.
NT:
Está usted ahí entre todos los cardenales en la Basílica de San Pedro, en la
plaza, ¿qué pensaba, qué le dijo en sus oraciones?
OARM: Le dije
que así como él nos pedía que rezáramos por él, así
él rezara por nosotros.
NT:
Este episodio que ahorita se me viene a la mente, en las reuniones pre
cónclave, antes de Francisco, se sembró este rumor de que al papa Francisco le
faltaba un pulmón para evitar que vaya a ser pontífice. ¿Pudo no llegar a ser
pontífice por ese rumor?
OARM: Bueno, yo
le cuento, porque eso sí se puede hablar, andaban diciendo ese rumor, no puede
porque le falta ese pulmón. Entonces un día, él al lado en la mesa y le digo: “Oye, oye, ¿es cierto que solo tienes un pulmón?”. —No, hombre —me dice y se echa a
reír. Es que yo cuando era joven tenía una infección pulmonaria, en ese tiempo
no había los medicamentos, entonces los médicos optaron por quitarme el lóbulo
superior del pulmón derecho, pero tengo mis dos pulmones.
Entonces sí, yo
me fui de mesa en mesa, esos que andan diciendo que Bergoglio tiene solo un
pulmón, se equivocan. Fue lo único que hice. Todos dicen que yo lo hice, Papa, no, lo hizo Papa el Espíritu Santo.
NT:
Bueno, pero usted fue la herramienta del Espíritu Santo.
OARM: Para eso
sí, para eso sí.
NT:
¿Usted cómo va a acordarse de su amigo, el papa Francisco?
OARM: Como un hombre
santo, y me tocó convivir con un santo.
NT:
Eso es un privilegio, ¿no es cierto?
OARM: Sin duda
alguna, sin duda alguna. Perdón, que capaz que voy a llorar.
NT:
No pasa nada, se emociona. Fueron muchos años juntos, trabajando y está bien,
también los cardenales lloran.
OARM: Claro, no
somos de palo.
NT:
Un hombre santo, ¿San Francisco?
OARM: Sin duda
moderno, San Francisco hoy, pero San Francisco.